martes, 10 de noviembre de 2009

casas ecologicas



Un nuevo concepto está poniéndose de moda a la hora de construir viviendas. Se trata de casas ecológicas o bioclimáticas, que tienen en cuenta la preservación del medio ambiente mediante la construcción y el terreno adecuados.

Se definen así las casas que tienen excelentes condiciones de habitabilidad, con consumos mínimos. La energía necesaria para diferentes actividades, como la calefacción o simplemente calentar una taza de agua se extrae de fuentes naturales gratuitas.


Para su construcción, se utilizan materiales no tóxicos. Y tiene en cuenta todo tipo de tecnología que ayude a evitar el desperdicio, como por ejemplo recursos para almacenar el agua de lluvia, para reutilizarla más tarde. En estas viviendas es fundamental que el coste de mantenimiento sea lo más bajo posible.

Países como Irlanda y Alemania fueron impulsores de la bioconstrucción, donde hace por lo menos treinta años estudian y aplican el conocimiento necesario para llevar a la práctica esta nueva forma de vivir, que alía bienestar y respeto por la naturaleza



El segundo negocio más fructífero en España es el de la construcción. Éste genera la mitad de residuos y contaminación y gasta a su vez el 60% de los recursos sacados de la tierra. Vaya, que no funciona de una mínima manera sostenible para el medio ambiente ni para nuestra salud.

Así llegamos al concepto de “casa ecológica”. Tal como detalla el gerente Agustín Espinosa de Biomat Iberica, empresa de materiales ecológicos, una casa ecológica es aquella que debido a la forma y materiales con los que se han construido (respetando el medio ambiente) y según los criterio bioclimáticos del lugar, se consiga un ahorro energético, y por tanto un crecimiento sostenible.

Las características más típicas que debe tener una casa ecológica son:

Bioclimaticas :disminuir el uso de otras fuentes de energía debido a la orientación de la casa, aprovechamiento de la luz, calor del día,fresco de la noche …

Construcción sostenible: contando con los materiales locales

Bioconstrucción: forma de construcción y materiales no dañinos para el medio ambiente

Desventajas por las que no se hacen: el gasto superior de costes iniciales (pues se recupera al cabo de un tiempo con el ahorro), la falta de conocimiento de los profesionales de la construcción y la poca conciencia ecológica que tenemos.


estructuras



Principios generales de diseño de estructuras metálicas. El propósito fundamental del diseñador de estructuras es lograr una estructura económica y segura, que cumpla con ciertos requisitos funcionales y estéticos. Para alcanzar esta meta, el diseñador debe tener un conocimiento completo de las propiedades de los materiales, del comportamiento estructural, de la mecánica y análisis estructural, y de la relación entre la distribución y la función de una estructura; debe tener también, una apreciación clara de los valores estéticos con objeto de trabajar en colaboración con otros especialistas y contribuir así al desarrollo de las cualidades funcionales y ambientales deseadas en una estructura.





En gran parte, el diseño estructural es un arte basado en la habilidad creativa, imaginación y experiencia del diseñador. Siempre que el diseño estructural tenga estas cualidades, será un arte. Sin embargo, no debe permanecer como un arte puro, ya que el usuario debe recibir los mayores beneficios dentro de sus posibilidades económicas. Esto requiere el desarrollo de nuevos tipos de estructuras y nuevas técnicas de construcción, las que a menudo necesitan soluciones más científicas y rigurosas; así pues, la mecánica y el análisis económico deben intervenir en el arte de crear mejores edificios, puentes, máquinas y equipos. En el sentido amplio de la palabra el término “diseño” incluye tanto arte creativo como análisis científico. La construcción de los monumentos egipcios, los templos griegos y los puentes romanos era arte basado principalmente en reglas empíricas, intuición y experiencia.

El enfoque racional del diseño estructural, cuyo desarrollo tuvo comienzo en el siglo diecisiete, representa un acuerdo entre el arte y la ciencia, entre la experiencia y la teoría. La teoría de las estructuras y la evidencia experimental son herramientas valiosas para el diseño estructural, mas no son suficientes para establecer un procedimiento de diseño completamente científico ya que en primer término, para hacer posible un análisis teórico, es necesario idealizar considerablemente el comportamiento estructural por medio de suposiciones ingenieriles bien fundamentadas, de modo que las fuerzas internas y los esplazamientos calculados representen solamente aproximaciones de los que realmente se presentan en las estructuras. Asimismo, la resistencia de las estructuras reales a las cargas y a las deformaciones pueden determinarse sólo aproximadamente